domingo, 8 de diciembre de 2013


AL FIN OBAMA DESCUBRIÓ EL AGUA TIBIA, PERO EVITÓ DECIRLO CLARAMENTE: ¡ LAS POLÍTICAS NEOLIBERALES SON UNA ESTAFA PARA LA CLASE MEDIA Y LA POBRE !

Alberto Salazar
5 de Diciembre de 2013




Ayer, 4 de Diciembre, el presidente de los Estados Unidos de América (EUA), Barack Obama, nos sorprendió con un discurso en donde muestra que está descubriendo el agua tibia. El siguiente extracto muestra porqué opinamos eso: “...quiero pasar algún tiempo hablando de la actualidad y se trata sobre la peligrosa desigualdad, y la creciente falta de movilidad socio económica ascendente, que ha puesto en peligro el acuerdo básico con la clase media de los Estados Unidos, el cual establece que si uno trabaja duro, usted tiene la oportunidad de salir adelante. Y creo que este es el reto definitivo de nuestro tiempo: hacer que nuestra economía funcione para todos los estadounidenses que trabajan. Es por eso que me postulé para presidente. Fue el centro de la campaña del año pasado. Y que conduce todo lo que hago en esa oficina.

Obama reconoce que el “sueño americano de un modo de vida” ya no se cumple. Más adelante menciona que hasta tres décadas después de la segunda guerra mundial la clase media prosperaba. Es decir, señala 1975 como límite a la época de las vacas gordas en EUA. ¿Qué pasó después de esa fecha? En el mismo discurso, el presidente lo señala unas líneas después: “Pero a partir de finales de los años 70, ese pacto social comenzó a desmoronarse. La tecnología hizo que fuera más fácil para las empresas hacer más con menos, eliminando ciertas ocupaciones laborales.” Es decir, cuestiona lo que tanto se nos ha repetido innumerablemente, que más tecnología significa mayor progreso y que las empresas velan por el bienestar de sus empleados. Que son las corporaciones quienes deben recibir todo el respaldo del gobierno ya que ello se traducirá en beneficios de sus trabajadores.

Y es que, aunque no se crea, el discurso de Obama repite ideas que numerosas veces la izquierda ha señalado, pero que falsamente se le han refutado una y otra vez. Para muestra un botón: “Mientras los valores de la comunidad se quebraban y aumentaba la presión por la competitividad, el cabildeo de las empresas se incrementó sobre Washington para debilitar a los sindicatos y el valor del salario mínimo.

El discurso es una joya en su diagnóstico, sobre las perversiones de la economía estadounidense. Así más adelante señala: “A partir de 1979 nuestra economía se ha más que duplicado en tamaño, pero la mayor parte de ese crecimiento ha fluido a unos pocos afortunados. El 10 por ciento de la gente que antes tomaba un tercio de nuestros ingresos ya no lo hace más, sino que ahora se lleva la mitad de este. Mientras que en el pasado, un gerente general de una empresa ganaba aproximadamente una media de 20 a 30 veces el ingreso de un trabajador promedio, hoy lo hace 273 veces más. Y mientras tanto, una familia que está en la parte superior del 1 de la escala social, tiene un patrimonio neto de 288 veces por ciento mayor que el de la familia típica, lo que constituye un récord para este país.

Así que el acuerdo básico, en el corazón de nuestra economía, se ha desgastado. De hecho, esta tendencia hacia la creciente desigualdad no es exclusivo de la economía de mercado de Estados Unidos. En todo el mundo desarrollado, la desigualdad ha aumentado.

Pero si alguien aún tiene dudas de lo que el presidente de EUA ya comprende y de lo que considera importante, también debe leer esta parte que dijo: “El problema es que, junto con una mayor desigualdad, en los últimos años hemos visto disminuir los niveles de la movilidad social hacia arriba. Un niño nacido en el 20 por ciento de los niveles altos, tiene una probabilidad de 2 sobre 3 para alojarse en o cerca de la parte superior. Un niño que nace en la parte inferior del 20 por ciento de los niveles, tiene menos de una oportunidad en 20, para subir a la parte superior. Y es 10 veces más probable que se quede donde está. De hecho, las estadísticas muestran no sólo un rango de desigualdad en los ingresos, sino que estamos cerca de países como Jamaica y Argentina, por lo cual , hoy en día, es más difícil para un niño nacido aquí, en Estados Unidos, mejorar su posición en la vida de lo que es para los niños de la mayor parte de nuestras saludables naciones aliadas, países como Canadá, Alemania o Francia. Esas naciones tienen una mayor movilidad social que nosotros, no menos.”

Hay más partes en ese memorable discurso, que elevan la angustia en cualquier persona. Una de ellas es: “Y por último, el aumento de la desigualdad y la disminución de la movilidad socio económica son malos para nuestra democracia. La gente ordinaria no pueden firmar cheques para pagar masivas campañas o contratar a caros cabilderos y abogados, para asegurarse de que se elaboren políticas que distorsionen el terreno de juego a su favor y a costa de todos los demás. Así que la gente recibe un mal gusto que amaña el sistema. Y eso aumenta el cinismo y la polarización, y disminuye la participación política, lo cual es una parte necesaria para nuestro sistema de autogobierno.” Es decir, aquí Obama reconoce el sucio juego de las empresas y la carencia de balance con la ciudadanía común.

Posteriormente, Obama hizo mención a que una de las causas son las clases. Esa parte, aunque con tinte marxista, inusitadamente arrancó aplausos de la gente. Aquí el extracto: “Así que el hecho es este: la brecha de oportunidades en Estados Unidos es ahora más acerca de la clase que de la raza. Y esa brecha es cada vez mayor. Así que si vamos a tener que enfrentarnos con el crecimiento de la desigualdad y tratar de mejorar la movilidad ascendente para todas las personas, tenemos que ir más allá de la falsa noción de que este es un tema exclusivamente de interés minoritario.

Otros segmentos del discurso no son menos interesantes: “En segundo lugar, tenemos que acabar con el mito de que los objetivos de crecimiento de la economía y de la reducción de la desigualdad, entran necesariamente en conflicto cuando en realidad deberían trabajar en conjunto.” Aquí Obama mencionó la necesidad de tener un crecimiento económico compartido entre toda la gente. Esto contrasta con el tradicional estribillo que nos dicen constantemente, acerca de que si crecen los ricos y poderosos, necesariamente lo hacen los pobres y débiles. Más aún, el presidente de EUA fue enfático y lo volvió a señalar, la importancia de conseguir crecimiento económico y mejorar la justicia social.

Por si todo esto fuera poco, Obama añadió otras ideas que casi suenan a un político socialista. Lea y verifique usted mismo: “En tercer lugar, tenemos que dejar de lado la creencia de que el gobierno no puede hacer nada acerca por la reducción de la desigualdad. Es cierto que el gobierno no puede evitar todos los inconvenientes del cambio tecnológico y de la competencia global, que ahora mismo están ahí afuera, y que algunas de esas fuerzas son también algunas de las cosas que nos están ayudando a crecer. Y también es cierto que en el pasado, algunos programas, como el del bienestar de antes, fue reformado, siendo pobremente diseñados, creando así la carencia de incentivos para trabajar. Pero también hemos visto cómo al lo largo del tiempo, la acción del gobierno y de nuevo, puede hacer una enorme diferencia en el aumento de las oportunidades y en el fortalecimiento de la escalera para la clase media. Las inversiones en la educación, las leyes que establecen la negociación colectiva y el salario mínimo -(aplausos)- todos estos contribuyeron al aumento de los niveles de vida de un número masivo de los estadounidenses.

Todo esto niega la predica de muchos economistas y políticos que sostiene que el gobierno debe reducirse, que debe privatizar cosas como educación y quedarse por afuera en las negociaciones de los salarios de los trabajadores. Eso lo afirmó Barack Obama y fue bien recibido por el público. Más aún, señaló que la negociación colectiva es buena.

Más elocuente no pudo haber sido el presidente estadounidense. Declaró públicamente y con importante estruendo que la economía actual tiene serios perjuicios. En esta frase señaló que debe buscarse un nuevo rumbo: “De hecho, esa es la tarea de nuestra generación, reconstruir la base económica y cívica de los Estados Unidos, para continuar con la expansión de oportunidades para esta generación y para la siguiente generación.

A continuación Obama indicó numerosas acciones que su administración va a iniciar para corregir el rumbo de la economía. Asombrosamente, no lo dejó en manos del mercado. Por el contrario, declaró la decidida participación gubernamental.

Pero donde soltó una aseveración extremadamente discutible fue en esta frase: “Esto no debería ser una cuestión ideológica. Ustedes saben que fue Adam Smith, el padre de la economía de libre mercado, quien una vez dijo: "Los que alimentan, visten y albergan a todo el cuerpo de la gente, debe tener una parte del producto de su propio trabajo, como para estar ellos mismos tolerablemente bien alimentados, vestidos y alojados" . Para aquellos de ustedes que no hablan el viejo idioma inglés -(risas)- permítanme traducirlo. -(Risas.)- Eso significa que si usted trabaja duro, usted debe tener una vida digna. (Aplausos.) Si usted trabaja duro, usted debe ser capaz de mantener a una familia.

Y no es que Adam Smith no tenga razón en lo dicho, o que Obama lo haya interpretado mal. Es que el asunto si es ideológico, es netamente ideológico. Ideológico porque se trata de la interpretación de las palabras de Smith y de la forma como hoy nos presentan el libre mercado. La ideología económica imperante y que los resultados actuales muestran que genera graves perjuicios para los más pobres. Es ideológico, dado que hay en vigencias políticas económicas que se derivan de ideas y concepciones sobre cómo debe funcionar esta y que le dan un peso mayor al libre mercado.

Cómo no va a ser importante ver la ideología si más adelante el mismo Obama dijo: “Estoy de acuerdo con esos votantes y voy a seguir luchando hasta que consigamos a lo largo de todo el país, un mayor salario mínimo para los trabajadores estadounidenses. Eso será bueno para nuestra economía. Será bueno para nuestras familias. -(Aplausos.)-” ¿Es que esa promesa no tiene un trasfondo ideológico que la sustenta? ¿La necesidad de maximizar el salario mínimo no va acorde con un modelo de cómo debe funcionar la economía, y de cómo puede disminuirse la desigualdad y la falta de crecimiento?

Entonces, hay que aceptar que el debate si es ideológico. Que esa ideología ha orientado las políticas económicas no de una, ni dos administraciones estadounidenses, sino de todas las que han existido desde finales de los 70's. Por ello, hay que revisar qué pasó en materia económica en EE.UU., y otros países desarrollados, a finales de la década de los setenta. La respuesta Obama peligrosamente la ignoró en todo su discurso.

En 1981 y hasta 1989, la presidencia de los EUA estuvo presidida por Ronald Reagan y su política económica fue tan drástica que se acuño el término “Reaganomics”, como la contracción del apellido del presidente con la palabra economía. En ese tiempo y después, las ideas económicas predominantes del gobierno estadounidense siguieron las directrices del premio nóbel Milton Friedman, economista y profesor de la Universidad de Chicago. Friedman fue defensor a ultranza del libre mercado.

En palabras simples, lo que Obama no dijo fue que, desde los anos ochenta, con Reagan en EUA y Margaret Thatcher en Gran Bretaña, se impuso el neoliberalismo. Y lo que más de tres décadas después ahora se critica es, los resultados económicos de la aplicación sostenida del neoliberalismo económico. Lo mismo que todavía muchos economistas nos recomiendan como la “medicina para nuestros problemas”. Obama, sin decirlo claramente, despotricó claramente del neoliberalismo. En EUA no hay una economía socialista imperante, y mucho menos comunista. Nos apabullaron con el fracaso de la economía de la URSS, pero ahora, en bajo tono, critican su doctrina económica del libre mercado que se auto regula y todo lo controla favorablemente.

Así que tal vez sea que EEUU ha empezado a soltar el lastre del neoliberalismo. Tal vez empiece a recordar a uno de sus presidentes más respetados fuera de sus fronteras, que enfrentó la gran depresión de Wall Street de finales de la década del treinta, con una política económica con interés en lo social bajo la ideología económica de John Maynard Keynes. Franklin Delano Roosevelt, a quien no pocas veces se acuso de comunista y quien en una ocasión dijo: “La prueba de nuestro progreso no es si añadimos más a la abundancia de aquellos que tienen mucho; es si proporcionamos suficiente a aquellos que tienen demasiado poco”.


------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Dado que la traducción libre que hicimos del discurso de Obama, puede ser puesta en tela de juicio, aquí colocamos la dirección de su transcripción del original en idioma inglés: http://goo.gl/aG4hLA

No hay comentarios.:

Publicar un comentario